El nayarita Víctor González y el sinalonse Julio Urías entraron a lanzar por los Dodgers de Los Ángeles, que vencieron 3-1 a los Rays de Tampa Bay para ganar 4-2 la Serie Mundial y romper una sequía de 32 años sin campeonato. González se llevó el triunfo con cuatro outs de labor, y Urías el salvamento por siete.
González, es apenas el cuarto mexicano en ganar un partido de la Serie Mundial. Fernando Valenzuela fue el primero, en 1981, también para los Dodgers, marcando una gran temporada donde también consiguió ganar el Cy Young y el Novato del Año.
Urías culminó una gran postemporada, que incluyó cuatro triunfos, con un rescate de siete outs. Es apenas el segundo pelotero nacido en México en lograr un salvamento en postemporada, detrás de Roberto Osuna, quien ya tiene cinco, pero apenas el primero en hacerlo para sacar el último out de una Serie Mundial.
Los Dodgers no ganaban el Clásico de Otoño desde 1988, y habían sido el equipo perdedor de las ediciones de 2017 y 2018.
En época de pandemia, con una temporada recortada a 60 juegos, demostró ser el mejor equipo en el rol regular con marca de 43-17.
Ayer parecía que iban a tener que esperar un día más, cuando el cubano Randy Arozarena conectó su jonrón 10 de la postemporada para poner al frente a los Rays y el ganador del Cy Young en 2018, Blake Snell, mantenía maniatada la ofensiva de los Dodgers retirando 16 de los 17 bateadores que enfrentó, nueve por la vía del ponche.
Austin Barnes le dio un sencillo en la quinta entrada a Snell, y el manager Kevin Cash decidió que había concluido su actuación. Mookie Betts, el primer bateador al que enfrentó Nick Anderson, dio un doblete que puso las carreras del empate en posición de anotar. Barnes anotó en un wild pitch y Betts en una jugada de selección a roletazo de Corey Seager a primera base.
Seager llegó a cinco producidas y bateó para .400 durante el Clásico de Otoño, lo que le valió para llevarse el premio del Jugador Más Valioso. También ganó la distinción en la Serie de Campeonato.