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Albañiles repatriados de Ucrania no logran conseguir empleo formal en México

Jesús Jerónimo Pérez, de 56 años, comentó que en Ucrania llegaba a ganar hasta 15 mil pesos a la quincena.

Tres semanas después de su regreso a México, desde Ucrania, los dos mexicanos repatriados, trabajadores de la construcción, no han podido conseguir un empleo formal al que tenían en aquella nación hoy azotada por la guerra.

Jesús Jerónimo Pérez, de 56 años de edad, afirma estar contento de haber retornado para estar con su familia, aunque de trabajo “ahí más o menos vamos a empujones, como los niños cuando empiezan a gatear, vuelvo a empezar, desde cero”.

Recordó que es herrero de oficio y en Kiev estuvo trabajando alrededor de un mes con una constructora en el pintado y acabado de paredes de residencias, lo que le reditúa a la quincena hasta 22 mil 500 grivnas, unos 15 mil pesos mexicanos, situación que ahora no se compara y solo ha podido obtener algunas “chambas” de personas que lo vieron por televisión cuando regresó a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana.

-¿Qué extrañas de Ucrania?

“Nada, nada más me traje el susto. Pues extraño a las mujeres ‘guapotas’ que hay por allá. Era un poquito mejor, estaba ganando como 15 mil pesos a la quincena, aquí he hecho unas chambitas de 1,100 en quince días”.

Jesús fue reclutado por un amigo que trabaja en Europa, que habla español y que llevó a varios trabajadores para laborar en Ucrania y en otras naciones europeas como Hungría que requieren de mano de obra.

-¿Regresarías a Urania?

“Ahorita no, a lo mejor a trabajar, pero ahorita no, está todo desecho, hasta después de la guerra, mucha gente se quedó y no quiso salir. Me siento bien, estoy en mi país es muy diferente aquí”.

Jesús es soltero y vive con su familia en Tulpetlac en Ecatepec, Estado de México.

SE EXTRAÑA LA GENTE, PERO HOY DISFRUTO A MI FAMILIA

Otro de los mexicanos repatriados en el vuelo del pasado 16 de marzo, fue Armando Martínez Morales, también de oficio albañil.

Cuenta a Excélsior que después de la travesía para salir de Ucrania luego de la invasión militar de Rusia y trasladarse hacia Rumanía, donde fue apoyado por las autoridades de la cancillería mexicana y de ahí de regreso a nuestro país, no tiene contemplado volver porque ahora disfruta de su esposa y sus cuatro hijos.

 

“Ahorita he estado con mi familia y estoy bien y me encuentro con mis nietos que son los que me están motivando de lo que vivimos allá y estamos en busca de empleo”, señaló.

 

Dijo que desde que llegó a San Juan Ixhuatepec en el Estado de México se puso en contacto con todos sus amigos y en algunas obras para conseguir trabajo en cualquier rama de la construcción, pero son escasas las oportunidades.

“Andamos en eso, como yo me dedico al acabado de departamentos, pintura, pasta texturizada y andamos en eso buscando trabajo. Tuve algo de trabajo de herrería con un amigo y solo trabajé martes y miércoles”, comentó.

Armando tiene cuatro hijos, de 32, 27 y dos gemelas de 24 años, que le han hecho abuelo en tres ocasiones.

También dice que deja la puerta abierta para regresar a Europa a trabajar, aunque hoy se dedicará a disfrutar a su familia.

“Se extraña la gente, es muy buena y amable y la seguridad que hay allá. Como decimos México no hay uno igual, pero allá también es tranquilo y nunca se nos va a olvidar nuestro México. Por lo pronto ahorita no regreso, quizá en unos dos o tres años más”, señaló.

Los dos mexicanos contaron que en Europa lograron comunicarse por medio del traductor de Google, durante su trabajo y más tarde para intentar salir de Kiev tras la ofensiva militar de Rusia.

Excelsior.com.mx