Chihuahua, Chih.- 15/ 03/ 2023
Recordando el lema del entonces presidente Lázaro Cárdenas, que desde 1938 resuena en nuestro mexicano orgullo, “Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la patria”. Por eso este próximo 18 de marzo es una fiesta nacional en la que conmemoramos un ciclo más de actos que van afianzando la soberanía de la nación, dando inicio en 1915 tras la promulgación de la Ley Agraria que definiría las pautas para la redistribución de la tierra en México, pasando por la expropiación petrolera y la nacionalización de la energía eléctrica en 1960.
Aunado a estos hechos, este 2023 no ha sido la excepción y ha marcado un nuevo ciclo a favor de la población de México tras la nacionalización del litio que, siguiendo la misma línea de aquellas decisiones históricas que fueron tomadas actuando desde el más profundo nacionalismo, ha abonado a la recuperación -para el pueblo- del patrimonio que permite y garantiza el desarrollo y la independencia económica.
Tal como ocurría con la redistribución de la tierra, la expropiación petrolera, y la nacionalización de la energía eléctrica, hay quienes, olvidando que se fortalece la soberanía, se incomodan ante lo que perciben como un perjuicio a los intereses de extranjeros; sin embargo, la historia siempre nos ha dado la razón: mientras la economía de otros países sufre desajustes, la nuestra se fortalece y hace frente a los hechos que la desafían.
Tras sufrir por varios sexenios del abuso del poder, el pueblo de México ahora celebra este 2023 que el próximo año y tras las decisiones adoptadas por el presidente López Obrador, avanzamos con paso firme y seguro hacia la autosuficiencia energética, produciendo combustibles nacionales que beneficiarán al país.
Aunado a lo anterior, la transformación ha dado vida al concepto de soberanía energética rescatando a Petróleos Mexicanos en tan sólo cuatro años, iniciando con una inversión histórica orientada a las refinerías, en conjunto con las acciones que consolidan al litio como propiedad del Estado para su extracción y explotación, lo que se ha complementado con las reformas a la Ley Minera que han estipulado como de utilidad pública, la exploración, explotación y aprovechamiento de dicho mineral.
Si soberanía se refiere a poder, la soberanía energética es hablar de que hoy el pueblo ha recuperado el poder de decidir de manera consciente respecto a la generación, distribución y consumo de la energía de manera que responda adecuadamente a sus necesidades y en apego a nuestras circunstancias.
Y aunque las razones nos sobran, el espacio es breve, por lo que invitamos a las y los mexicanos a que juntos conmemoremos las decisiones que han hecho historia para refrendar nuestros compromisos y celebrar los logros que han fortalecido al país dejando de lado la dependencia del extranjero. Hoy, no sólo los datos, sino los hechos y el pueblo nos respaldan, y este sábado 18 de marzo ¡Vámonos al Zócalo!
