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Una migración bien direccionada influye en la economía de un país receptor

Chihuahua, Chih.-  11/ 04/ 2023

Hace unos días se suscitó un hecho lamentable en el que 40 migrantes perdieron la vida, a causa de un incendio en un inmueble del Instituto Nacional de Migración ubicada en ciudad Juárez; causando consternación y dolor a las familias de los fallecidos, que solo aspiraban a un mejor nivel de vida para sus familias en su país de origen, escudados en el sueño americano.

No obstante, también evidenció la constante en omisiones y falta de protocolos para contener un fenómeno que agudiza al paso de los años en México, llamada migración, y que, de existir una política migratoria idónea, pudiéramos hablar de una migración bien aprovechada y ordenada que impulse la economía de nuestro país, como principal receptor.

Es por ello, que estimadas y estimados lectores, dentro de este marco, es que abordo “La migración” como un eje primordial por atender, pues en su mayoría, tiene su origen principalmente en problemas económicos y sociales de un país, además de la inestabilidad política, la pobreza, la violencia, o en el peor de los casos, una guerra, como los principales incitadores para llevarla a cabo, o simplemente porque las personas buscan incrementar sus ingresos o mejores oportunidades de vida.

Siendo los países más desarrollados, los elegidos para emigrar, y en los cuales se concentra el 60% de las movilizaciones a nivel mundial.

Pero como entenderla, o asimilarla como nación, más allá de la tristeza que representa ver migrantes cada vez más frecuentes en nuestros cruceros, o albergues; muchos de ellos en condiciones desfavorables, con niños y mujeres a la merced; realmente es complejo, dadas las condiciones actuales.

Sin embargo, desde una perspectiva positiva, podemos decir, que el fenómeno migratorio tiene un impacto real en el país receptor, si es que se aprovecha el perfil de quien emigra; pues en términos generales beneficia directamente en el crecimiento económico no solo del migrante, sino de la región receptora.

De acuerdo a un estudio de naciones de América del Norte,” Más apertura, Menos Barreras de 2021”, México es el país que más está desperdiciando el capital humano inmigrante. Puesto que, en naciones como Estados Unidos, por cada 1% de incremento de migrantes su Producto Interno Bruto (PIB) crece 1.15 por ciento. Y en países en vías de desarrollo, como México, la contribución de trabajadores y trabajadoras extranjeras al PIB “promedia 7%”.

Y todo parte, de identificar, si se trata de migrantes calificados, que puedan ahorrar los gastos de educación, y por consiguiente, aprovechándoles con trabajos y servicios profesionales, que abonen al sector productivo, pues sería importante tomar conciencia y no dejarnos llevar por el racismo y el patriotismo. Principalmente en la frontera con Estados Unidos, en donde las empresas industriales ofrecen gran cantidad de posiciones laborales, en las que tanto mexicanos como migrantes pueden desarrollarse y cimentar una mejor vida.

Los migrantes suelen reenviar remesas a sus familias en el país de origen, y en el caso de nuestros connacionales en 2022, de acuerdo al Banco de México, el valor de los ingresos por remesas fue de 58,497 millones de dólares, monto mayor al de 51,586 millones de dólares reportado en 2021 y que significó un avance anual de 13.4%.

En ese sentido, también nuestro país tiene una gran oportunidad, principalmente en la frontera norte, donde podemos tener a lo mejor de Centroamérica y del Caribe contribuyendo con su trabajo y creatividad, a lograr el tan anhelado incremento de la productividad laboral que haga que el crecimiento de la economía, por fin, deje de estar estancada y con altos índices de inflación.

Así de imperante es la migración para cualquier país como el nuestro, pues no podemos permitirnos que cada vez más extranjeros, se encuentren con una política migratoria que los mantienen lejos de una integración al marco laboral, ausentes a la salud pública, a la educación y a la discriminación que la aleja de la calidad de vida que aspiran, desde el momento que arriesgan su vida para buscar una mejor oportunidad.

Por ello estimados lectores, en la medida que consolidemos una migración bien direccionada y con recursos para capacitar e integrar económicamente a los migrantes, podremos hablar realmente de ese gran beneficio que puede sumar al desarrollo económico de México como país receptor, pues si existe la disposición profesional y laboral, porque no aprovecharla.