Chihuahua, Chih.- 30/ 10/ 2023
El diagnóstico oportuno y la atención temprana de la displasia del desarrollo de la cadera son de suma importancia para garantizar el bienestar de los bebés. Se trata de una enfermedad que sigue teniendo una importante incidencia, principalmente en niñas.
Esta condición significa una anormalidad en el desarrollo de la articulación de la cadera que, si no se detecta y trata a tiempo, puede llevar a problemas graves en la movilidad.
En el Estado, es urgente que se asegure un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, con un enfoque cuidadoso y protocolizado que involucre a profesionales de la salud, padres y cuidadores.
Hay información limitada en cuanto a la causal, pero el aspecto genético juega un papel importante en las teorías: Los papás que tienen o llegaron a tener una displasia de cadera, deberán proceder a tomar un ultrasonido a sus hijos antes de los tres meses, o bien, una radiografía después de los tres meses para descartar el padecimiento.
La Displasia del Desarrollo de la Cadera es más frecuente en el primer embarazo, o si la mamá cursó con oligohidramnios, es decir, poco líquido amniótico; o cuando el bebé viene en presentación pélvica (sentados) en este caso está debidamente ordenado tomar un ultrasonido para detectar si el bebé tendrá un problema de cadera en el futuro.
Del 73% de los casos con displasia el 67% son izquierdas y únicamente el 6% son derechas. El 27% restante se da en ambas caderas, es decir, bilateral. La displasia de cadera es la segunda causa de internamiento en los hospitales de ortopedia pediátrica sobre todo en México.
En los países desarrollados y donde nacen pocos niños, parte del protocolo al nacer es efectuar un ultrasonido. Esta medida ha impactado favorablemente pues en más de 12 años no se han efectuado cirugías de cadera gracias al diagnóstico a tiempo.
Los sistemas de salud deben estar preparados y equipados para apoyar con lo siguiente:
Examen Clínico: El examen clínico es una parte esencial de la detección temprana de la displasia de cadera.
Durante las visitas médicas programadas en la primera semana del nacimiento y a los dos, cuatro, seis, nueve y doce meses de edad, el pediatra debe realizar una evaluación cuidadosa de la cadera del bebé.
Ultrasonido de Cadera o Radiografía: En algunos casos, especialmente si existen factores de riesgo o si se detectan anormalidades durante el examen clínico, se puede realizar un ultrasonido de cadera o una radiografía de la pelvis entre el primer y cuarto mes de vida.
Tratamiento Temprano: Si se diagnostica displasia de cadera, es fundamental comenzar el tratamiento lo antes posible. El tratamiento suele involucrar el uso de dispositivos ortopédicos, como un arnés de Pavlik o una férula de rizos. Estos dispositivos ayudan a mantener la cadera en una posición adecuada para permitir su desarrollo normal.
Participación de los Padres: Los padres desempeñan un papel crucial en el proceso de diagnóstico y tratamiento de la displasia de cadera. Es importante que estén atentos a cualquier señal de alarma, como asimetría en el pliegue de la ingle o dificultades para mover una pierna.
También deben seguir las recomendaciones del médico y asegurarse de que el bebé utilice los dispositivos ortopédicos según las indicaciones.
Seguimiento Médico Continuo: La displasia de cadera requiere un seguimiento médico continuo para evaluar la evolución y la efectividad del tratamiento. Las visitas de seguimiento son esenciales para garantizar que la cadera se esté desarrollando correctamente y para ajustar el tratamiento según sea necesario.
En resumen, el diagnóstico oportuno y la atención temprana de la displasia de cadera son fundamentales para garantizar el desarrollo saludable de la articulación de la cadera en los bebés.
En este sentido, vemos la urgencia de fortalecer la Ley Estatal de Salud, a fin de que se adicione una fracción VIII en el Artículo 67, con la finalidad de promover el diagnóstico oportuno y atención temprana de la displasia con protocolos médicos preventivos.