Chihuahua, Chih.- 05 de junio de 2024
Ante el Pleno del Congreso del Estado impulso una reforma que fortalezca el articulado que compone la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Chihuahua.
Esta iniciativa busca fomentar la igualdad desde la niñez, implementando entornos afectivos y respetuosos libres de todo tipo de roles y estereotipos de género.
Buscamos que los menores, tengan un sistema de cuidados en los entornos donde se desenvuelven que les permitan el pleno y armonioso desarrollo integral; mediante el cuidado cariñoso, el vínculo filial sano, relaciones no violentas, respetuosas, positivas y participativas, conforme al grado de madurez y desarrollo de niñas, niños y adolescentes.
El carácter y la formación de valores de la persona se da desde la infancia y en la adolescencia, entonces, debemos acercar mecanismos que aporten en la crianza positiva de los los menores.
La autoridad de la mano de los padres de familia debe de asegurar y ofrecer precisamente en esta etapa un entorno afectivo que privilegie sus derechos.
Durante esta etapa, los niños y niñas absorben información y mensajes de su entorno, incluidos los roles y estereotipos de género que a menudo perpetúan desigualdades y discriminación.
Hay que entender que los roles y estereotipos de género son construcciones sociales que dictan expectativas y comportamientos basados en el sexo biológico de las personas.
Si atendemos las normas de género restrictivas y promover la diversidad y la inclusión, podemos crear un mundo más justo, equitativo y acogedor para las generaciones presentes y futuras.
El cuidado cariñoso y el vínculo filial sano son piedras angulares en la construcción de relaciones saludables entre padres, madres, cuidadores y niños. La crianza afectuosa y respetuosa proporciona un ambiente seguro y amoroso donde los niños pueden desarrollar su autoestima, autonomía y habilidades sociales sin verse limitados por expectativas de género restrictivas.
Fomentar relaciones basadas en el respeto mutuo y la comunicación abierta, se sientan las bases para futuras interacciones no violentas y equitativas.
Es importante destacar que la violencia no debería tener cabida en ningún entorno, y mucho menos en el desarrollo de niños y adolescentes.
Promover relaciones no violentas, respetuosas y participativas es fundamental para prevenir los ciclos de violencia en la sociedad.
La autoridad debe atender a la enseñanza de habilidades de resolución de conflictos, fomentar la empatía y el entendimiento, y modelar comportamientos positivos en todas las interacciones.
Los niños y niñas deben tener la libertad de explorar sus intereses, habilidades y aspiraciones sin limitaciones impuestas por expectativas de género. Esto significa ofrecer juguetes, actividades y oportunidades educativas que no estén segregadas por género y que promuevan la diversidad y la igualdad de oportunidades para todos.
La premisa de la iniciativa es que la infancia y la adolescencia son etapas cruciales en el desarrollo humano, donde se forjan las bases de la identidad, las relaciones interpersonales y las percepciones sobre el mundo