Una reforma a la Ley Estatal de Salud, que otorgue presupuesto y reglas operativas con el fin de otorgar atención médica y de servicio social a adultos mayores sin capacidad de trasladarse, personas con discapacidad, mujeres embarazadas sin control prenatal y enfermos con cuidados paliativos.
La tendencia a la atención domiciliaria representa un componente esencial en los sistemas de salud de países y muestra de gobiernos que si trabajan por la gente que no puede acceder a los servicios médicos de manera presencial o convencional.
Si establecemos la atención médica domiciliaria para la población en edad adulta es fundamental, ya que enfrenta limitaciones, físicas y en su capacidad cognitiva, si trabajamos en esta labor garantizamos su calidad de vida, reducimos la capacidad de carga en los sistemas de salud; lo anterior por que se disminuye la necesidad de hospitalizaciones y llegada a urgencias.
El abordaje de estos servicios debe incluir una amplia gama de servicios, empezando por el manejo de enfermedades crónicas hasta la rehabilitación física, pasando por el apoyo psicológico y social.
Las personas con discapacidad representan otro grupo que se beneficia enormemente de la atención domiciliaria, porque estas personas enfrentan barreras físicas, sociales y económicas que dificultan su acceso a servicios de salud.
En el caso de las mujeres embarazadas sin control prenatal, la atención domiciliaria es vital para asegurar un embarazo y parto saludables. La falta de acceso a servicios prenatales puede llevar a complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Proveer atención en el hogar, incluyendo monitoreo regular, educación sobre salud maternal y neonatal, y asistencia en el parto, puede reducir significativamente las tasas de mortalidad y morbilidad materna e infantil.
Además, este enfoque permite a las mujeres recibir cuidados en un entorno conocido y cómodo, lo que puede reducir el estrés y la ansiedad asociados con el embarazo y el parto.
Los enfermos con cuidados paliativos son otro grupo crítico que se beneficia de la atención domiciliaria. Los cuidados paliativos se centran en mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades terminales o crónicas avanzadas, aliviando el dolor y otros síntomas, y proporcionando apoyo emocional y espiritual tanto al paciente como a su familia.
Recibir estos cuidados en casa permite a los pacientes permanecer en un entorno familiar y rodeados de sus seres queridos, lo que puede tener un impacto positivo en su bienestar emocional y psicológico durante el final de la vida.
Ya sabemos que la atención a estos grupos, requiere recursos y personal capacitado, además de la coordinación entre los distintos niveles de atención sanitaria es esencial para asegurar que los pacientes reciban un cuidado continuo y coherente.
Los gobiernos y las instituciones de salud pueden trabajar juntos para crear políticas que apoyen la atención domiciliaria, incluyendo la cobertura de seguros y el reembolso de los costos asociados con estos servicios. La inversión en tecnología también puede desempeñar un papel crucial, facilitando la telemedicina y otras formas de atención remota que complementen la atención domiciliaria.
Es esencial llevar a cabo campañas de información y educación para fomentar una mayor comprensión y aceptación de estos servicios. Involucrar a la comunidad en el diseño y la implementación de programas de atención domiciliaria puede también mejorar su relevancia y eficacia, asegurando que se adapten a las necesidades y contextos locales.
Además, es fundamental establecer mecanismos de evaluación y monitoreo para asegurar la calidad de los servicios de atención domiciliaria. Esto incluye la implementación de estándares y directrices claras.
He planteado en esta iniciativa mantener un enfoque coordinado y una inversión adecuada, la atención domiciliaria puede convertirse en un pilar fundamental de los sistemas de salud, promoviendo la inclusión, la dignidad y el bienestar de todas las personas.
Esta reforma se leería así:
Artículo 12.- …
…
I.- al XVII.- …
XVIII.- Garantizar la atención domiciliaria a los adultos mayores sin capacidad de trasladarse, personas con discapacidad, mujeres embarazadas sin control prenatal y enfermos con cuidados paliativos.